Desde el Hospital Base San José Osorno hacen un llamado a la prevención de quemaduras domésticas. Sólo entre los meses de abril y junio de este año, el Servicio de Emergencia Pediátrica del HBSJO, ha recibido 49 consultas de este tipo, en su mayoría correspondientes a quemaduras por contacto con líquidos calientes o escaldaduras, estufas encendidas y artefactos en altura.
De acuerdo a datos de Coaniquem, cada año, más de 80 mil niños sufren algún tipo de quemaduras en nuestro país, el 90% de ellos, son de tipo domésticas. Como explican los especialistas, se trata de situaciones prevenibles, pero no siempre se toman los resguardos necesarios en el hogar y que lamentablemente implica consecuencias que pueden repercutir física y emocionalmente para toda la vida.
“Un niño quemado, significa que la lesión de hoy tiene repercusiones en su crecimiento que puede durar 20 años. Entonces, esa cicatriz que va a crecer con él puede condicionar un daño moral y psicológico importante. Por lo mismo, si evitamos eso, tenemos una persona que no se va a complicar la vida en adelante, sobre todo, cuando son quemaduras en el rostro”, explica el Dr. Javier Vargas, cirujano pediatra y Jefe de cirugía infantil del HBSJO.
“Dentro de los casos de quemaduras, lo que más vemos son las escaldaduras por agua caliente, alrededor de un 60% por lo mismo.
Lamentablemente, 7 de cada 10 niños con quemaduras, se produce antes de los 4 años y muchas veces, en presencia de un adulto. Por ende, los cirujanos explican que los hábitos de prevención son cruciales en el hogar. En ese sentido, la Dra. Bárbara Espinoza, cirujana pediátrica del Establecimiento, indica que debemos realizar más educación a nuestra población con pequeños detalles pero primordiales que se deben contemplar dentro de la casa.
“Como por ejemplo, cuando haya niños presentes al momento de comer, no dejar el hervidor sobre la mesa, no utilizar manteles porque los niños tiran el mantel. No comer con sus hijos sobre sus piernas, deben comer en sus propias sillas. Estas pequeñas medidas ayudan a prevenir la mayoría de las quemaduras por líquidos calientes por volcamiento de tazas con agua hirviendo”.
Para prevenir los accidentes que se producen dentro de la cocina, se sugiere siempre cocinar con la puerta cerrada o instalar alguna reja provisoria, la cocina a gas fijarla a la pared ya que los niños son muy curiosos y abren la tapa del horno, se suben sobre ésta para ver qué se está cocinando y se les vuelcan las ollas encima; utilizar siempre los quemadores traseros; los hervidores mantenerlos siempre en altura y un detalle muy importante es que los cables de hervidores no estén enchufados a nivel de los niños, siempre en altura para evitar que tiren del cable.
” Por último hay que proteger las estufas con unas rejas de madera, todas las semanas nos llegan niños que apoyan sus manos en la combustión lenta, provocando lamentablemente en algunas ocasiones quemaduras profundas con necesidad de injerto. Con esas medidas podemos disminuir más de la mitad de los accidentes por quemadura”, finaliza la Dra. Espinoza.
¿Qué hacer si un niño se quema?
- Retíralo desde la causa de origen de la quemadura. En el caso de cable eléctrico, cortar la corriente de la casa.
- Retira la ropa para evitar el tiempo de contacto del líquido caliente sobre su piel.
- Aplica agua fría sólo sobre la lesión, no en todo el cuerpo para evitar hipotermia. De esta forma se previene que la quemadura se profundice. (No aplicar agua fría en quemaduras producidas por electricidad)
- Cubrir las lesiones con algo limpio (paño de cocina, toalla, etc)
- Acudir rápidamente al servicio de urgencia más cercano para que evalúe la gravedad de la quemadura y se realice curación estéril.