El Accidente Cerebrovascular (ACV) es una de las principales causas de enfermedad y muerte tanto en nuestro país como a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 15 millones de personas sufren un Ataque Cerebrovascular, de las cuales 5 millones fallecen y 5 millones quedan permanentemente con algún tipo de discapacidad.
“En el año 2020, el ACV fue la principal causa de muerte de nuestro país. Uno usualmente pensaría que un ACV ocurre sólo en paciente mayores, después de los 80 años, pero, hemos visto cada vez con mayor frecuencia pacientes jóvenes de 50 años en adelante que consultan por este motivo
Los principales factores de riesgo de un ACV están asociados a la presión arterial elevada, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad, el sedentarismo, las arritmias cardiacas, el tabaquismo además del consumo de alcohol. “Estos factores de riesgo producen daño a nivel de las arterias del cerebro, causando su oclusión parcial o total, interrumpiendo el suministro de sangre al cerebro, causando lesiones con consecuente muerte neuronal” Detalla la Dra. Andrea Cayufilo, Médico del servicio de Neurología del Hospital Base Osorno.
El ACV es una emergencia médica, con alta tasa de secuelas y mortalidad, por lo cual es necesario saber identificarlo y consultar precozmente, para acceder a un tratamiento oportuno y evitar sus consecuencias.
Los síntomas característicos en un paciente con ACV son trastornos del lenguaje o el habla (un paciente que repentinamente no comprende, le cuesta hablar o no logra hablar), alteraciones de la visión (perdida de un lado del campo visual), alteraciones de la fuerza o sensibilidad de extremidades, alteraciones de la simetría facial
“Clásicamente son síntomas que se instalan de forma brusca, ocurren de un momento a otro y que pueden aparecer en cualquier momento del día, puede ser mientras almuerza, jugando a la pelota, sentado mirando tv o incluso pacientes que estaban durmiendo y despiertan con los síntomas ya instalados”, explica la dra.
El tiempo es Cerebro
“Apenas aparezcan los síntomas debemos acercarnos a nuestro centro de salud más cercano, tan pronto como sea posible, no hay que esperar. Hay que consultar de forma precoz; todos los centros de salud en el país están preparados para derivar a centros de mayor complejidad donde es posible realizar un tratamiento agudo de un ACV y prevenir el daño de la forma más efectiva posible, Mientras más pronto consultemos y más pronto logremos instaurar el tratamiento, existe mayor probabilidad que recuperamos el flujo sanguíneo al cerebro y así podemos salvar la mayor cantidad de áreas posibles”
En cuanto al tratamiento del ACV, el pilar es la trombólisis, cuyo objetivo es reestablecer el flujo sanguíneo del cerebro. Es un tratamiento efectivo, pero con tiempo de acción acotado.
“En general el tiempo en el que realizamos este tratamiento, es de 3 horas desde que inician los síntomas, máximo 4 horas y media; después de eso, el paciente ya no es candidato a la trombólisis, se ofrece tratamiento, pero principalmente con medidas de prevención secundarias”, enfatiza la facultativa.
Hospital Osorno
En Osorno (como en otras partes del país) se cuenta con Unidades de Tratamiento del Accidente Cerebrovascular, UTAC. Estas son unidades en las cuales se cuenta con un neurólogo 24/7, además de un equipo conformado por enfermeras, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales y fonoaudiólogos que están dispuestos para tratar a una persona que tiene un ACV.
Como explica la Dra. Cayufilo, Estas unidades han logrado disminuir la mortalidad a casi la mitad respecto a los tiempos cuando no se contaba con ellas, sin embargo, la incidencia de las secuelas en estos pacientes, sigue siendo alta. “Muchos pacientes quedan con secuelas de diferente severidad. Tenemos pacientes que quedan con síntomas que no impiden su funcionamiento habitual, sin embargo, en algunos casos existen síntomas persistentes severos, como trastornos del lenguaje o trastornos motores, que determinan que el paciente necesite asistencia para desarrollar su vida diaria”
Finalmente, la Dra. hace un llamado a la prevención, estimulando una vida saludable y promoviendo la consulta temprana.
“Si el paciente tiene un diagnóstico de hipertensión, diabetes o problemas al colesterol, la idea es llevar una vida los más saludable posible y controlarse, para evitar un ACV. En casos en donde los pacientes ya han tenido un accidente cerebrovascular, el objetivo es optimizar el tratamiento de sus patologías de base, para que esto no vuelva a ocurrir. Lo fundamental siempre es la prevención y la consulta temprana, para evitar las consecuencias potencialmente severas o incluso fatales”.