Los testimonios son parte del programa de rehabilitación domiciliaria del Servicio de Salud Osorno, en el marco de la campaña regional “El Covid-19 es Real”.
“Estuve en riesgo vital, estuve en el límite, por eso quiero decirles que el Covid es real, es una enfermedad terrible, yo lo sufrí en carne propia, mi familia lo sufrió demasiado estando yo inconsciente 22 días, es algo que no se lo doy a nadie”, rememora Luis Fernández Aros, residente de la comuna de Purranque, quien a sus 63 años, es parte de los pacientes en proceso de recuperación del coronavirus en la provincia de Osorno.
Su testimonio es parte de la campaña regional “El Covid-19 es Real”, que busca concientizar a la comunidad sobre la importancia del autocuidado y la prevención. Como don Luis, más de 130 personas egresadas del Hospital de Osorno tras sufrir esta enfermedad, han sido atendidas -a la fecha- bajo la Estrategia de Rehabilitación Domiciliaria para personas post hospitalización por Covid-19, llevada adelante por el Servicio de Salud Osorno (SSO) a través de su Departamento de Atención Primaria (APS).
“Pongan de su parte para que esta situación se revierta, todos tenemos que cuidarnos, protegernos, usar todos los medios adecuados, mascarilla, alcohol gel, etcétera. No esperemos que algún familiar nuestro se vea afectado para tomarle el peso y creer en esta enfermedad, la enfermedad existe, es terrible, yo lo pasé pésimo, que mi experiencia sirva para crear conciencia”, es el llamado de don Luis.
Como él, los pacientes recuperados refuerzan el mensaje a la población de que cuidarse del Covid-19 comienza por cada uno, y lo hacen a través de sus propias historias. Es el caso de Sara Garcés Soto (73 años), residente de la comuna de Osorno, quien relata que le dio una tos muy fuerte, seguida por fiebre: “se me secaba la garganta, la boca también y quería mucha agua, las cosas las empecé a encontrar amargas en el gusto y tampoco tenía olfato”, recuerda.
“Después me hicieron el examen y me dijeron que tenía este virus. Por eso la gente tiene que usar mascarilla para este bicho, tienen que cuidarse, que anden con mascarilla, con cuidado y no salgan, que se queden en sus casas, que aprendan a cuidarse”, exclama doña Sara.
Una historia similar sufrió María Barría Inay (73), residente de la comuna de Puerto Octay, quien asegura no recordar mucho de lo sucedido, salvo los traslados hacia y desde los centros asistenciales. Ella se suma al llamado: “por favor niños y jóvenes, que se cuiden del Covid, porque esta es una enfermedad que está pasando, salgan con mascarilla, que se cuiden, porque el Covid es real”, recalca.
Su hijo, Alberto Silva Barría, agrega que “como familia esto fue muy doloroso, porque vino de un día para otro, ahora le cuesta un poco caminar, perdió un poco la memoria. Esto es real, pero mucha gente no se da cuenta de lo grave que es, pero existe, a nosotros nos pasó, así que enviamos el mensaje de que se cuiden”.
Secuelas
Según datos aportados por este equipo de rehabilitación compuesto por kinesiólogos, fonoaudiólogo y cuya encargada es la terapeuta ocupacional Katherine Caballero, esta nueva enfermedad es -en la mayor parte de los casos- leve e incluso asintomática. Sin embargo, cerca de un 20% de los afectados requerirá de hospitalización en distintos grados de complejidad, generando en muchos casos, compromiso funcional.
Detallan que las secuelas vistas incluyen deficiencias respiratorias, complicaciones neuromusculares, deficiencias físicas, depresión, estrés post traumático, ansiedad, complicaciones cognitivas, dolor, entre otros. Todos efectos que podrían conllevar a cierto grado de discapacidad y/o dependencia.
Del total de pacientes identificados a la fecha, un 36% requiere atenciones por parte de otros profesionales. Según sexo, un 57% corresponde a mujeres y un 43% a hombres. Respecto a distribución según edad, un 65% corresponde a población menor de 65 años y un 35% personas mayores de 65 años.
El 46% muestra dificultades en la función motora en niveles moderado a severo, dificultando su desempeño en actividades de la vida diaria. Asimismo, la cantidad de personas con independencia física previo al Covid-19, disminuyó en un 14%, mientras que un 69% de la población evaluada aumentó la dependencia en niveles leves y moderados, y un 28% presenta dependencia severa.
Un 42% muestra dificultades moderadas a severas en función respiratoria, 32% de la población presenta dolor en alguna parte del cuerpo. El 30% de los evaluados muestra dificultades cognitivas, requiriendo ser evaluado por especialistas. En cuanto a la sospecha de depresión, un 24% de la población presentaría algún nivel de la patología, y el 19% presenta problemas nutricionales.
Autocuidado
Ante este escenario, el Director del SSO, Dr. Daniel Núñez, recalca que “hay quienes piensan que esta no es una enfermedad grave, por eso estamos insistiendo en la necesidad primero de prevenir, y después nosotros como equipo de salud disponer de estos equipos multidisciplinarios. La gente debe entender que la probabilidad de que sufran esto no es lejana, es real, tanto ellos como un familiar pueden tener algunas de estas secuelas”.
Asimismo, el Subdirector de Gestión Asistencial del SSO, Dr. Jorge Castilla, añade que “es una situación que nos tiene preocupados, sobre todo cuando uno escucha a muchas personas que tienden a bajarle el respeto a la enfermedad, pero el Covid no sólo mata a la gente, sino que está dejando secuelas que en algunos casos los limita por harto tiempo. También estamos viendo algunos informes que hablan de secuelas en personas asintomáticas y eso también es preocupante, así que el llamado es ese, esta es una enfermedad grave, que mata y puede dejar secuelas severas en los pacientes”.